Thomas Christie | |
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Información | |
Nombre completo | Thomas Christie |
Ocupación | maestro |
Familia | Mona (esposa) † Allan Christie (hijo) |
Thomas Christie es un prisionero jacobita que Jamie Fraser conoció en la prisión de Ardsmuir.
Apariencia física[]
De constitución recia y fuerte. Moreno de ojos claros. Sufre de artritis en las dos manos pero, además, en la izquierda tiene una extraña retracción de los dedos anular y meñique hacia la palma de la mano, síntoma típico de la contractura de Dupuytren.
Carácter[]
Es una persona recta y estricta, pero honorable en su rigidez.
Sus firmes creencias presbiterianas no le impiden pertenecer a la logia masónica. Es abstemio. Ambicioso e inteligente, en ocasiones puede mostrarse orgulloso, rencoroso y un poco envidioso.
Biografía[]
Thomas Christie es un escocés de las Tierras Bajas. En los tiempos anteriores al Alzamiento tenía una buena tienda en Edimburgo, recién heredada de su padre. Decidido a conquistar una mejor posición, cuando el ejército del príncipe Estuardo ocupa la ciudad, se pone su mejor ropa y se va a ver a O´Sullivan, el irlandés a cargo del comisariado del ejército. Así, Christie obtiene un contrato para proveer las vituallas del ejército de las Tierras Altas y una invitación al baile de esa noche, en Holyrood.
Cuando el ejército abandona Edimburgo, Christie también va con ellos, para cuidar su inversión o para mantenerse a la vista del príncipe. Ya fuera por prudencia o ambición, Christie se queda con el ejército demasiado tiempo. Lo abandona en Nairn, en la víspera de la Batalla de Culloden, para iniciar el regreso a Edimburgo en el pescante de una carreta del comisariato.
En su camino se topa con una patrulla formada por el clan Campbell, y aunque intenta hacerse pasar por un vendedor ambulante, se lo llevan preso. Es juzgado por jacobita y enviado primero a la prisión de Berwick, y posteriormente trasladado a la de Ardsmuir, junto a Kenny Lindsay.
Allí lidera un grupo de prisioneros calvinistas hasta que llega un preso llamado Jamie Fraser que, con su carisma, va ganando cada vez más adeptos. El hecho de que el nuevo alcaide de la prisión, el coronel Harry Quarry, concediera a Jamie ciertos privilegios no hace otra cosa que aumentar su inquina hacia él.
Una noche, es convocado por Jamie para mantener una reunión secreta junto con Kenny, Murdo y Evan Lindsay, Gavin Hayes y Ronnie Sinclair. Para su sorpresa, Jamie se limita a sonreír y a ofrecerle su mano con un saludo masón. Tom desconoce cómo Mac Dubh se ha podido enterar de que él también lo es y no tiene más remedio que aceptar fundar la Segunda Logia de Ardsmuir, formada por los siete miembros allí reunidos. A partir de entonces, no hubo tantos disturbios entre los prisioneros.
Un día del siguiente verano, Tom está reagrupado junto con los demás prisioneros dispuestos a regresar a la cárcel después de una larga jornada trabajando en la cantera. Acompañado de Duncan Innes, ambos son testigos de como Jamie Fraser estrangula al sargento William Murchison, arrojando su cuerpo inerte por el borde del precipicio. Sin mediar palabra, Tom sube a la parte trasera de la carreta y se incorporan a la columna de prisioneros.
Cuando la prisión de Ardsmuir cierra, Tom es trasladado a las colonias de América. Sin embargo, tiene la suerte de que su servidumbre es adquirida por el señor Everett, dueño de una plantación de Carolina del Sur, quien, al descubrir que tenía algún estudio, lo hace preceptor de sus seis hijos. Una vez que expira el plazo de su servidumbre, Christie accede a quedarse a cambio de un sueldo, con el que mantiene a su familia. Pero tanto su esposa como su empleador mueren de gripe y su heredero le comunica que ya no necesita más sus servicios.
Viudo y sin empleo, oye hablar sobre que Jamie Fraser arrienda tierras y se dirige al cerro Fraser con sus hijos, Allan y Malva.
Eventos en La cruz ardiente[]
A finales de noviembre de 1771, Thomas Christie y sus dos hijos llegan al cerro Fraser. Brianna les conduce al estudio de Jamie y son atendidos por Roger, en sustitución de su convaleciente suegro. Tom le estrecha la mano con el saludo secreto masónico el cual le es devuelto por un sorprendido Roger, que procede a hacerle algunas preguntas de rigor para aceptarlos como nuevos colonos.
Durante la entrevista, Tom le comenta brevemente sobre su pasado familiar y su estancia en la prisión de Ardsmuir. Roger lo pone en conocimiento sobre que hay otros antiguos prisioneros allí. Tras una breve negociación, acuerdan que Christie pagará la mitad de su renta oficiando como maestro de escuela durante cinco años. Después de firmar el contrato de arrendamiento, Joseph Wemyss les acompaña a la cabaña de Evan Lindsay donde podrán instalarse temporalmente.
Un día, Tom acude a la consulta de Claire al hacerse un tajo en la mano y se niega en rotundo a que Claire examine la extraña afección de sus dedos.
Alias / Apodos / Otros nombres[]
- Tom - diminutivo de Thomas.
Citas[]
"Busco tierras donde establecerme con mi familia… y me han dicho que el señor Fraser podría estar en situación de facilitármelas”- Tom Christie a Roger MacKenzie, en La cruz ardiente