| La cerda blanca | |
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| Información | |
| Nombre completo | Cerda blanca |
| Nacimiento | 1767 |
| Edad | 3 años (Tambores) |
La Cerda blanca es la cerda que Jamie compra cuando se establecen en el cerro Fraser.
Apariencia física[]
Cerda de color blanco de tamaño prodigioso y dientes amenazadores.
Carácter[]
Es de carácter fuerte, terca y muy territorial. Era una muy buena madre.
Biografía[]
Desde su nacimiento estuvo a la venta en un asentamiento de moravos a unos 50 kms. del cerro Fraser.
Eventos en Tambores[]
En septiembre de 1767 la cerda blanca pasó a ser propiedad de Jamie Fraser. Según Claire, la intercambió por una bolsa de boniatos y unas escobas de ramitas de sauce que ella había hecho. Aunque según Jamie le tuvo que pagar tres libras al señor Quillan por ella.
Desde entonces la cerda blanca pasó a vivir en el cerro Fraser. Como era muy pequeña para vivir en el corral empezó viviendo en el cobertizo junto a sus dueños. Allí se hizo amiga de Rollo aunque no había logrado ganarse el cariño de su dueña Claire.
Días después, y pese a sus objeciones, la cerdita fue incluida en la bendición del hogar que se llevó con sus desgarradores gritos de fondo. Más tarde, en un despiste de sus dueños, se comió lo que quedaba de la tarta de nueces.
En la primavera de 1768, la cerda blanca vio como llegaba al cerro un jabalí negro de aspecto depravado que serviría como compañero para satisfacer sus necesidades sociales.
Para septiembre de ese año, la cerda blanca comenzó a vivir en la despensa. Estaba a punto de parir y querían protegerla de los osos. Unos días después sintió ruidos, logró escapar de la despensa y, chillando, se refugió bajo la cama de sus dueños. Luego no quería regresar a la despensa pero al final sus dueños la convencieron con una hilera de maíz y una escoba.
Para final del mes ya había parido una docena de saludables cochinillos en la despensa. Ejerciendo su instinto maternal la cerda intentaba atacar a cualquiera que abría la puerta rugiendo y rechinando los dientes. Por esta razón sus dueños tenían que esforzarse mucho para sacarla de allí para poder acceder a los alimentos. En otoño de 1769, la cerda blanca tuvo su cuarta camada. Hasta la fecha todos sus cochinillos habían nacido muy saludables y no había perdido ninguno por lo que sus amos estaban muy contentos.