Forastera/Outlander Wiki
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Cuando Jamie se despide de Claire al pie de Craigh na Dun se enfrenta a unos soldados ingleses para evitar que estos puedan detener a Claire. De este enfrentamiento sale airoso pero con su nariz rota. Lleno de tristeza y resignación regresa al campo de batalla de Culloden y logra poner a salvo a los hombres que trajo de Lallybroch antes de unirse a la cruenta batalla en la que espera morir.  

Jamie recuerda pocos detalles de lo que ocurrió durante la batalla. Combatió ferozmente y cuestionándose cómo era que otros morían y él no. También recuerda haber visto muy malherido a su padrino Murtagh quien estaba al borde de la muerte pero no mucho más.

Al concluir la batalla despierta creyéndose muerto y estar en pleno purgatorio. Tarda poco en tomar consciencia de que aún sigue vivo, muy malherido pero vivo y al intentar moverse se percata de que el cuerpo del capitán Jonathan Randall yacía inerte sobre el suyo. Algunos de sus amigos jacobitas han sobrevivido como él y lo encuentran, llevándolo a una granja con otros supervivientes heridos. Jamie tiene una horrible herida de mosquete en un muslo y sufre de mucha fiebre por lo que a ratos pierde la consciencia.

Allí son encontrados por los soldados ingleses bajo las órdenes de Lord Melton. Éste les va pidiendo sus nombres y les da la oportunidad de escribir una carta a sus parientes antes de ser ejecutados. El nombre de Jamie Fraser es reconocido por Lord Melton y este recuerda que su hermano John William Grey tenía una deuda de honor con Jamie. Para honrar esta deuda, Lord Melton le perdona la vida a Jamie y lo envía a Lallybroch en una carreta. La condición de Jamie era tal que no creían llegaría vivo a su destino.  

Jamie logra llegar vivo a Lallybroch. Su hermana Jenny se propone salvar su vida y su pierna y hace lo imposible para lograrlo. Cuando ya estuvo mejor de su herida, Ian le ayudaba a intentar caminar.

Para final de 1746, cuando ya estuvo recuperado del todo, Jamie decidió que no era bueno para la familia y los terratenientes que él siguiera allí pues si los encontraban escondiéndolo podrían perderlo todo. Es entonces que decide irse a vivir a una cueva cercana donde permanece casi 7 años. Durante todo este tiempo, bajaba cada mes a Lallybroch siempre que no hubiera noticias de soldados ingleses en las cercanías. En estos contactos con la humanidad aprovechaba para asearse un poco, conocer cómo iban las cosas en Lallybroch y checar como estaba su hermana y sobrinos. También salía a cazar para contribuir a la alimentación de su familia. Cuando no bajaba, eran Fergus, Rabbie y el joven Jamie quienes hacían la excursión hasta la cueva para llevarle de comer.  

A final de noviembre de 1752, bajó a Lallybroch porque su hermana se había puesto de parto y estaba sola pues su cuñado Ian había sido arrestado. Mientras está conociendo a su recién nacido sobrino, el joven Ian, llegan unos soldados que entran hasta el mismo dormitorio de Jenny. Milagrosamente Jamie se salva de ser descubierto al esconderse en un armario con el bebé en brazos.

Unos meses después, en febrero de 1753, ocurre otro evento que termina marcando el destino de Jamie. Desde su cueva presencia como Fergus es sorprendido por unos soldados cuando venía hacia la cueva. Luego tiene que soportar ver cómo los soldados corren detrás del chico quien los aleja de su cueva para que no lo encuentren. Luego lo atrapan y, sin poder intervenir, ve como le cortan una mano. Dos días después va a visitarlo sintiéndose culpable por lo que le ha ocurrido y le ratifica a Fergus la promesa que le había hecho de hacerse cargo de él si algo como esto le ocurría.

Ante estos dos eventos en tan poco tiempo Jamie decide que es el momento de dejar de escapar y organiza todo para que uno de sus terratenientes lo delate a los soldados ingleses y así Jenny pueda recibir el dinero de la recompensa que ofrecen por su captura. Claire le había dicho que pasados unos años ya no matarían a los jacobitas capturados. La noche antes de ser delatado Jenny le envía una última cena con Mary MacNab quien se ofrece para que Jamie le haga el amor con el propósito de que mantenga vivo en él el recuerdo de Claire.

En mayo de 1753, al ser capturado por los ingleses, Jamie opone resistencia, por lo que desde el principio le colocan cadenas en las manos y lo llevan a la prisión de Ardsmuir. Pronto se gana el respeto de sus compañeros de prisión quienes lo empiezan a considerar como su jefe. Durante su estancia en la prisión Jamie se convirtió en masón. Pasado un año era el representante de los prisioneros y se reunía con el gobernador de la prisión a cenar y jugar ajedrez una vez a la semana.

A principios de 1755 llega un nuevo gobernador a la prisión, Lord John, quien poco después le ofrece a Jamie quitarle las cadenas si le sirve de traductor para saber lo que dice el vagabundo Duncan Kerr respecto al oro francés. Jamie acepta y le dice a Lord John que el vagabundo solo hablaba de brujas blancas y focas pero no le cuenta de sus conclusiones sobre estos delirios.

Tres días después Jamie escapa de Ardsmuir y se dirige al Caldero del Diablo, lugar que Duncan Kerr mencionó en relación a una bruja blanca, y por lo cual Jamie sospechó que Claire podría haber regresado. Allí no encontró a Claire pero sí nadó hasta la isla mencionada por Duncan. Como está débil y la corriente es muy fuerte, cree que se ahogará y escucha la voz de su madre llamándole. Cuando está por darse por vencido la misma corriente lo lleva hasta la isla indicada. Allí encuentra un cofre lleno de piedras preciosas y monedas de oro y plata (tesoro de las Silkies). Jamie toma un zafiro del cofre y esconde el resto. Unos días después regresa a la prisión, pues sin Claire no tiene sentido escaparse y sólo pondría en peligro a sus conocidos. Al ser capturado rehúsa confesar la razón por la que escapó.

Pasados unos días Jamie es invitado a cenar con el gobernador y se inicia nuevamente el ciclo de cenas semanales que había tenido con el anterior gobernador. Unos meses después Jamie se sorprende cuando Lord John le pregunta casualmente por su hermana y su familia. Entonces lo amenaza con hacer daño a sus seres queridos si no le confiesa lo que sabe del tesoro. Jamie se ve obligado a confesar parte de la verdad. Le habla de sus sospechas sobre Claire y de que solo encontró una caja con monedas y gemas. Como prueba le entrega el zafiro y dice que tiró el resto al mar. A petición de Lord John Jamie jura con la mano en la biblia que todo lo que ha dicho es verdad.

Como Lord John creyó la confesión de Jamie sus cenas continúan. En sus conversaciones Jamie le confiesa al gobernador que sabe que es hermano de Lord Melton y que él fue aquel chico que quiso matarlo unos días antes de la batalla de Prestonpans y le da las gracias por su valor y por defender a Claire. Ante el recordatorio de su esposa, esa misma noche Jamie sueña con ella estando embarazada.

Mientras jugaban ajedrez en una de las cenas semanales, Lord John pone una mano sobre la de Jamie. Su mano ardía pero se mantuvo inmóvil. Con mucha suavidad y un tono de repugnancia, odio y asco, Jamie lo amenaza con matarlo si no la retira. Lentamente lo hace y Jamie se levanta en silencio y se va de la habitación.

Unos meses después, en noviembre, Jamie se inculpa de ser el dueño de un pedazo de tartán del clan MacKenzie que aparece entre los prisioneros. No es suyo pero lo hace para salvar a un prisionero más joven. Al haber violado la ley contra el uso de los kilts fue sentenciado a 60 latigazos. Tras el castigo, uno de sus compañeros lo está curando y escucha como otros están golpeando al joven que tenía el trozo de tartán. Luego el joven viene a pedirle perdón y él lo hace imponiendo su mano en la cabeza. Jamie reflexiona sobre lo que ha sido su rol de líder durante toda su vida y luego de esta experiencia entiende que John Grey le había devuelto su destino de ser líder, líder de los prisioneros.

En septiembre de 1756, Jamie recibe la noticia de que los prisioneros escoceses serán enviados a las colonias americanas y vendidos como sirvientes pues se cerrará la prisión. Como él no es un prisionero cualquiera no será enviado a las colonias. Permanecerá como sirviente en Helwater y Lord John lo visitará regularmente. Jamie siente mucho tener que separarse de sus hombres pero agradece no tener que enfrentarse a un viaje en barco tan largo. También sospecha que Grey quiere mantenerlo cerca por si sabe algo más sobre el oro francés y por la atracción que siente por él.  

Al llegar a Helwater Jamie usa el nombre de Alex MacKenzie para evitar ser reconocido como el famoso traidor jacobita y se presenta con Lord Dunsany quien lo hace mozo de cuadra. Los términos de su servidumbre dictan que no podrá entrar en la casa ni abandonar la propiedad sin permiso de Lord Dunsany.

El cuidar de los caballos de Helwater, el aire libre y las montañas logran que poco a poco Jamie se sienta cómodo. Incluso logra iniciar correspondencia clandestina con Lallybroch mediante estas cartas les cuenta a Jenny e Ian todo lo relacionado al tesoro de las focas y les insta a usarlo para ayudar a jacobitas exiliados en Francia y para las necesidades de Lallybroch.

Su relativa calma y contento se ven interrumpidos por Geneva Dunsany, la terca hija de su amo, que claramente muestra interés por Jamie. Jamie intenta de muchas maneras hacer que Geneva desista de su idea de perder su virginidad con él antes de que se realice su matrimonio por conveniencia con el Conde de Ellesmere. Finalmente, en abril de 1757, se ve obligado a acostarse con Geneva pues ha interceptado una de sus cartas y lo amenaza con dar a conocer su contenido que comprometía la seguridad de su familia en Lallybroch pues mencionaba el tesoro de las focas y la ayuda a los jacobitas exiliados.

Jamie le pide que escoja un día cercano al final de su menstruación para reducir la posibilidad de un embarazo. El día que ella le indica, Jamie llega de noche a su habitación. Está lleno de muchos sentimientos: ira contra ella por el chantaje, ternura debido a la juventud de la chica, lástima por su situación, miedo por el crimen que estaba cometiendo y una terrible lujuria que le hacía sentirse avergonzado de ser hombre.

Jamie se toma su tiempo con Geneva pero nunca se había acostado con una virgen y le resultaba difícil saber si ella ya estaba preparada para la penetración. En el momento que ya no puede esperar más Geneva se asusta pero ya no hay marcha atrás y todo acaba muy rápido. Por insistencia de ella, Jamie vuelve a tener relaciones con ella y pasa toda la noche en su habitación. Antes del amanecer Jamie se marcha sintiéndose vacío.

Tres días después la chica se casa y Jamie vuelve a respirar más tranquilo hasta que unos meses más tarde se entera que Geneva está embarazada y que el bebé nacería en enero de 1758. Jamie maldice a la chica pues entiende que ese bebé podría ser suyo. Llegada esa fecha le piden que acompañe a Lord Dunsany y su hija, Isobel, hasta Ellesmere pues Geneva ha parido y está muy grave. Al llegar se entera de que la chica ha muerto y que el Conde de Ellesmere aseguraba que ese hijo no era suyo.

De repente es llamado por lo sirvientes para defender a Lord Dunsany quien está en plena discusión con el Conde. En el intento de proteger a su amo, Jamie se ve obligado a disparar al Conde para salvaguardar la vida del bebé pues éste amenazaba con tirarlo por la ventana. El conde cae muerto y Jamie atrapa al niño en el aire logrando así tener en los brazos por primera vez a su hijo.

Afortunadamente, a los Dunsany no les convenía que se supiera todo este escándalo por lo que hicieron lo necesario para que las autoridades pensaran que había sido una accidente y Jamie sale impune del asunto. En gratitud por salvar la vida de su nieto, Lady Dunsany le ofrece a Jamie ayudarlo a conseguir el perdón de su condena. Es una oferta muy tentadora para Jamie pero no soporta la idea de abandonar Helwater y no volver a ver a su hijo. Por esta razón le dice que aún no está preparado para volver a su casa y ella acepta.

Los años siguientes junto a su hijo (1758-1763) fueron de los más felices en la vida de Jamie aparte de los que había pasado casado. Ama pasar tiempo con su hijo y poder verlo aunque sea de lejos. Solo se siente un poco frustrado por lo mucho que lo malcrían sus abuelos y por no poder evitar el querer disciplinarlo. El niño lo adoraba y pasaba horas con él en los establos y montando.

En este tiempo también logra comprender que John Grey lo llevó a Helwater para salvarlo del destino de ser enviado a las Américas y no para tenerlo a su alcance como él había pensado. Durante estos años su amistad fue recuperándose lentamente y en sus visitas tenían largas charlas.

Jamie volvió a preocuparse cuando en el verano de 1764, escucha a Lady Dunsany bromeando respecto a que William pasaba tanto tiempo con MacKenzie en los establos que ya comenzaba a parecerse a él. En efecto, Willie comenzaba a parecerse a su verdadero padre y Jamie comprendió que había llegado el momento de irse de Helwater para evitar que se descubriera la verdad.

Lady Dunsany, con ayuda de Lord John, consiguen el perdón para Jamie en septiembre de 1764. Lord John viene a despedirse de Jamie quien se sorprende cuando este le confiesa que ya sospechaba el parentesco entre Willie y él. Además, este le comunica que se casará con Lady Isobel y será el guardián oficial del pequeño Willie. En agradecimiento por lo que Lord John hará por su hijo, Jamie le ofrece lo único que puede darle, su cuerpo. Se trata de un prueba para lord John quien, sin saberlo, rechaza la oferta ganándose así el respeto, la gratitud y la amistad de Jamie.

Despedirse de su hijo fue muy doloroso. El niño estaba muy triste y furioso y tiene una de sus pataletas que asusta a los caballos. Jamie le da una nalgada y en medio de la discusión le llama pequeño bastardo. Esta frase molesta mucho al niño y Jamie lo abraza para calmarlo. Luego lo lleva a su cuarto en el establo para darle un caballo de madera que le había tallado de regalo de despedida. Allí Willie se da cuenta de que Jamie es un papista y le dice que también quiere serlo. Entonces Jamie lo bautiza con el nombre William James y le regala el rosario que le había dado Jenny advirtiéndole que debe mantenerlo escondido para que que no descubran que es papista. William promete que así será y Jamie se despide finalmente de él.

Jamie regresa a Lallybroch pero se siente como un extraño en su propio hogar. Estuvo demasiado tiempo lejos y ya todo funciona sin él. Incluso sus sobrinos más pequeños no lo recuerdan. Tanto se nota su soledad que su hermana empieza a buscarle pareja. Así es como en la fiesta de Hogmanay de 1764, vuelve a ver a Laoghaire. Agobiado por toda la gente de la fiesta se refugia en el estudio donde poco después aparece Laoghaire. Lo persuade para bailar y lo hacen toda la noche.

Para Jamie es obvio que Laoghaire necesita un hombre pues tiene problemas para mantener su propiedad y él necesita algo para llenar el vacío que siente en su interior. Por lo que se casan a principios de 1765. Jamie se va a vivir con ella a Balriggan. Allí logra establecer una buena relación con sus hijas, Marsali y Joan, quienes en corto tiempo llegan a llamarle papá. La relación con Laoghaire resulta casi imposible. Por más que intenta hacerla feliz no lo logra en ninguno de los sentidos. Siente que ella le tiene miedo y pasa largo tiempo sin hablarle.

Cuando aún faltan meses para que se cumpla el año de casados, Jamie se va de la casa. Se establece en Edimburgo y promete no abandonarlas económicamente. Allí, Jamie se convierte en impresor y se hace llamar Alexander Malcolm. En este tiempo también aprovecha para buscar a sus compañeros de prisión en Ardsmuir pues era probable que algunos hubieran regresado a Escocia al terminar el plazo de servidumbre. Solo encuentra a Duncan Innes y lo lleva a trabajar consigo.  

El negocio de la imprenta va bien pero no es suficiente para mantener sus obligaciones en Lallybroch y Balriggan. Por lo que Jamie se inicia en las artes del contrabando creando un muy complejo sistema que incluye a su primo Jared en Francia, sobornos a la policía local, tratos con el burdel de Madame Jeanne y muchas piezas más. En estos negocios le acompaña su fiel Fergus quien también ha invertido sus ganancias del contrabando en ser socio de la imprenta.

En 1765, Jamie conoce a Yi Tien Cho, un chino que ha huido de su país, al que toma bajo su protección y le convierte en su ayudante en el contrabando. Ese mismo año también conoce al Doctor Stern, un judío con quien tiene una interesante conversación sobre arañas.

Sus negocios le hacen llevar una doble vida. En sus contrabandos es Jamie Roy y en su imprenta es Alexander Malcolm mientras que su éxito y propia vida dependen de que no se descubra que los dos son la misma persona. Hasta otoño de 1766 lo habían arrestado unas seis veces por sedición pero siempre lo habían tenido que dejar en libertad por falta de pruebas.

Un día de inicios de noviembre su sobrino, el joven Ian, aparece sorpresivamente en Edimburgo. Se había marchado de Lallybroch sin permiso. Jamie no quería que el chico volviera solo a su hogar por lo que le permitió quedarse hasta que pudiera acompañarlo a casa.

En esos días, Jamie está trabajando en su imprenta esperando que su empleado Geordie regrese con un encargo. Alguien entra y para su sorpresa no es su empleado. Oye la voz de Claire, la contempla todo asustado y contesta a su pregunta. Cuando ella se le acerca y lo toca, Jamie palidece aún más y se desmaya. Pensaba que no era real que era otra de sus visiones de Claire pero nunca antes le había hablado o tocado.

Al despertar ambos permanecen un rato abrazándose y llorando por los años perdidos. Hay una sensación de timidez entre ellos que hace que Jamie le pida permiso a Claire para besarla.

Jamie pregunta por su hijo y Claire lo sorprende con fotos de Brianna desde bebé hasta sus 18 años. Jamie llora mientras ella le explica cada una de las fotos. Cuando conoce su nombre Jamie dice que le desagrada pero Claire le explica que cumplió con su petición lo mejor que pudo. Jamie se sorprende mucho cuando ella le pregunta si lamenta que haya regresado y entonces la abraza fuertemente mientras le asegura que no.

El tiempo vuela mientras están juntos y Jamie recuerda que debía haber visto al señor Willoughby hacía unas horas en la taberna del Fin del mundo. Acompañado por Claire lo encuentra muy borracho en el sótano de la misma. Al salir de allí unos hombres los persiguen por algo que hizo el chino. Jamie se ve forzado a pelear con un de ellos que toma a Claire por una prostituta y tienen que escapar por las calles de la ciudad.

Una vez los que han perdido, Jamie necesita un lugar donde llevar a Claire y donde pueda esconder al señor Willoughby por lo que los lleva al burdel de Madame Jeanne. Le hubiera gustado llevar a Claire a un lugar mejor pero dadas las circunstancias era su mejor opción. Ante la sorpresa de ella por saber que tiene una habitación fija en el burdel le explica que es parte del trato que tiene con la dueña que es su clienta pero que él no utiliza los servicios que ofrece el burdel.

Sabe que no es una situación fácil y Claire le pregunta sobre sus actividades. En vez de contestar Jamie externaliza sus propias dudas: quiere saber las razones de su regreso. Él no es el mismo hombre que la envió al futuro 20 años antes y le pregunta si está dispuesta a aceptar al nuevo Jamie que es ahora. Se alegra cuando ella contesta afirmativamente.

Jamie ordena que les traigan la  cena y poco a poco empiezan a vencer la timidez que los embarga. Cuando llega el momento de ir a dormir están nerviosos pero el instinto es fuerte y hacen el amor. Luego le confiesa a Claire que es un contrabandista y ella le dice que nada podrá hacer que se separe de él. Era incapaz de dejar de tocarla y le vuelve a hacer el amor cerca del amanecer. Luego conversan sobre la herida que tuvo en Culloden, su entrega a los ingleses, sus días en Ardsmuir .

A la mañana siguiente aparece Ian buscando a su hijo. Jamie le dice que no sabe dónde está, cumpliendo así la promesa hecha al joven Ian. Jamie tiene que explicarle que la mujer bajo las sábanas es su esposa pues Ian cree que está con una prostituta. Jamie tiene que darle algo de tomar para que se recupere de la impresión de ver a Claire. Entonces parte con su cuñado para ayudarle a buscar al joven Ian  dejando a Claire en el burdel.

Más tarde, ese día, Jamie regresa al burdel con Fergus trayendo con ellos un cargamento y con los policías detrás de ellos. Mientras intentan descargar la mercadería, Jamie y Fergus oyen un disparo. Cuando corren a ver qué ha sucedido encuentran a Claire junto al cadáver del policía al que le había disparado el señor Willoughby. Jamie se los lleva a la bodega oculta donde suelen esconder el contrabando. Allí esconden provisionalmente el cadáver y Claire puede lavarse la sangre que la cubre. Jamie sabe que el hombre no es un policía de Edimburgo pues él soborna al superintendente de aduanas para que estos no se acerquen al burdel.  

Jamie intenta pensar cómo lidiar con todas las complicaciones del día. Mientras estuvo separado de Claire olvidó lo que era la alegría pero también había olvidado lo que era el miedo. Ahora los volvía a sentir pues volvía a tener algo que perder.

Jamie deja en manos de Fergus la gestión del brandy contrabandeado y del cadáver, y parte con Claire a comer. Allí los interrumpe Sir Percival Turner quien advierte a Jamie sobre su próxima cita de contrabando. Durante la comida se van provocando el uno al otro y Jamie toma una habitación donde pasan la tarde haciendo el amor y conversando sobre lo que han sido sus vidas.

Cuando regresan al local de la imprenta lo encuentran en llamas. Jamie, con la ayuda de algunos de los presentes, logró salvar su imprenta. Luego arriesga su vida para salvar al joven Ian que estaba atrapado por las llamas en el techo del edificio.  

Cuando están a salvo, se dirigen al burdel donde revisan y confortan al joven Ian quien es interrogado tanto por su padre como por su tío. Este les cuenta todo, confesando que fue él quien inició el fuego para detener a un hombre que había estado preguntando tanto por A. Malcolm como por Jamie el Rojo.

Luego del relato, Jamie tiene que defenderse de las acusaciones de su cuñado pues Ian se entera de todas las actividades ilícitas que realiza y de que le mintió cuando le dijo no saber nada de su sobrino. Lo hace recordandole que ahora el joven Jamie es el dueño de Lallybroch y que él tiene que buscarse la vida porque no tiene nada. Ian se va y Jamie le promete que llevará a su sobrino a Lallybroch tan pronto como pueda.

Una vez que se marcha Ian, Jamie intenta calmar a su sobrino quien le confiesa que había matado al hombre. A regañadientes acepta que Fergus se lo lleve para que pase la noche con una de las chicas del burdel pues sabe que una de las formas de superar tal experiencia era estar con una mujer. Al día siguiente lo lleva a que se confiese y, para dar ejemplo, lo hace el primero.  

Pasados unos días, Jamie y compañía parten para recibir un nuevo cargamento en Arbroath cuando son emboscados por la policía. La mayoría huye pero Jamie se ve obligado a rescatar al señor Willoughby. Luego se dirigen al punto de encuentro usual.

Cuando se reúne con Claire y los demás concluyen que ya saben de la doble identidad de Jamie y sus contrabandos de licor y por eso lo buscan para capturarlo. En el camino encuentran ahorcado a uno de los policías y sospechan que además de capturarlo querían acusarlo de haber matado a un policía. Ante esto deciden irse a Lallybroch.

La recepción en su casa es un poco tensa tanto por el problema de la escapada del joven Ian como por el hecho de que se haya mezclado en sus andares ilícitos. Al final Ian y Jenny castigan al chico a unos cuantos azotes y el castigo de Jamie es que se los dará él. Resulta muy difícil para él impartir este castigo a su sobrino y termina pidiéndole al chico le de unos cuantos azotes también a él.

Al día siguiente, cuando Jamie está disfrutando de hacer el amor con Claire se abre la puerta y son sorprendidos por Laoghaire y sus hijas. Los temores de Jamie se hicieron realidad: Claire había descubierto su matrimonio con Laoghaire antes de que él encontrara el valor de confesárselo. Manda a Laoghaire a irse de Lallybroch y luego se encierra a discutir con Claire. Es una batalla campal tanto verbal como física en la que se reprochan muchas cosas de esos 20 años de separación. Jamie le confiesa que no le había dicho lo de matrimonio con Laoghaire porque temía que lo dejara. Cuando ella intenta irse él se lo impide, la besa a la fuerza y empiezan a hacer el amor de manera salvaje.

Finalmente la discusión acaba con la entrada de Jenny que les tira un balde de  agua encima. Jamie se va a caminar para intentar calmarse pero cuando regresa descubre que Jenny ha ayudado a Claire a marcharse. Está terriblemente furioso con su hermana con quien tiene una fuerte discusión que termina en una ventana rota y algunos armarios derribados. Tras la larga discusión sale decidido a ir en busca de Claire.

Cuando ya está montado en su caballo listo para partir reaparece Laoghaire quien, entre llantos y reclamos, le dispara. El balazo atravesó el brazo izquierdo y entró en el costado. Jenny logra retirar la bala y curarle la herida pero le sube la fiebre. Jamie se opone a la idea del joven Ian de ir en busca de Claire pues no quiere que ella regrese por lástima.

Unos días más tarde, Jamie tiene una fiebre muy alta y ve que Claire ha regresado. Ella le aplica un tratamiento con penicilina que trajo del futuro. Cuando no está durmiendo, Jamie aprovecha para contarle cómo fue que terminó casado con Laoghaire y como fue su vida con ella.

Pasados unos pocos días, Jamie ya está recuperado y recibe la visita de sus sobrinos y sobrinos nietos. Jenny le advierte que huya pues el hermano de Laoghaire, Hobart MacKenzie, viene a verle. Jamie decide verle y este llega con su abogado, Ned Gowan, para acordar los términos del divorcio. Finalmente acuerdan que Jamie continuará manteniendo a Laoghaire y sus hijas hasta que ella vuelva a casarse. Además le pagará una compensación inicial por el divorcio y la dote de cada una de sus hijas.

Para poder pagar todo este dinero será necesario recurrir nuevamente al tesoro de las focas. Como Jamie tiene herido el brazo no podrá nadar hasta la isla por lo que logra convencer a Jenny e Ian de que el indicado es el joven Ian. Luego se lo llevarán a París a estudiar pues Jamie piensa quedarse allá a trabajar con Jared y vivir tranquilamente con Claire lejos de Laoghaire.

Así que a principios de diciembre de 1766, Jamie, Claire y el joven Ian viajan en busca de parte del tesoro. Jamie espera junto a Claire las dos horas más o menos que se tarda en ir y volver nadando de la isla de las focas. De repente oyen gritos a lo lejos y ven como un pequeño bote lleva la caja del tesoro y al joven Ian a un barco más grande. Jamie y Claire intentan acercarse más pero los del barco les empiezan a disparar mientras ponen rumbo mar adentro.  

Jamie está abatido y se cuestiona si es pecado ser feliz y estar con los que más quiere dado todas las penurias que le ocurren a los suyos cuando él está cerca. Con la mente un poco más clara deciden ir a Francia como tenían planeado. Allí Jared les podría ayudar a identificar el barco con lo poco que habían visto del mismo.

A mediados de diciembre Jamie le cuenta a su primo Jared todo lo que vieron del barco. Investigando en los puertos logran identificar el barco de nombre Bruja que tiene puerto base en Barbados. Así que le envía un mensaje a Fergus para que reúna algunos de sus hombres y que los esperen en el cabo Wrath para embarcarse hacia esa isla del Caribe. Como ya tiene un plan trazado para ir a rescatar al joven Ian, Jamie decide finalmente escribirle a Jenny e Ian para contarles lo que había sucedido con su hijo prometiendo que no volverá a Escocia sin su sobrino.

Pasan las próximas semanas haciendo preparativos necesarios para el viaje que realizarán en el barco Artemis, propiedad de Jared. Éste irá cargado de mercancías que deberán entregar en Jamaica y Jamie actuará como sobrecargo. Como Jamie es masón, Jared le ofrece recomendarlo para que sea ayudado por las logias masónicas que conoce en las islas del caribe.

En esos días aprovechan para investigar un poco sobre la procedencia de las monedas antiguas que formaban parte del tesoro de las focas. Se entrevistan con un vendedor de monedas antiguas que confiesa haber vendido monedas como esas al Duque de Sandringham lo que añade más intriga al misterio del tesoro.

A principios de enero de 1767, hacen escala en Escocia para embarcar a Fergus y los demás hombres. Están a punto de partir sin él cuando este aparece junto a Marsali, la hija de Laoghaire. Jamie enfurece cuando le dicen que se han escapado y se han casado dándose la palabra y mano frente a testigos. Su primer instinto es que Marsali no viaje con ellos pero ya estaban saliendo de puerto. Luego decide que la enviará a casa en el próximo puerto donde paren a por provisiones. Ante la fiera defensa que le ofrece Marsali Jamie termina por aceptar que vaya, pero les impone que tienen que dormir separados hasta que su unión sea bendecida por un cura.

Como el barco solo tiene dos camarotes, esta decisión condena a Jamie a dormir con Fergus mientras que Claire y Marsali comparten el camarote restante. Al principio no es muy consciente de esta consecuencia pues en cuanto se calma la discusión que lo mantuvo distraído empezó a sufrir de fuertes mareos que lo recluyen en su camarote. Jamie también está temeroso porque cree que lo quieren asesinar, dados unos incidentes muy curiosos que pasaron antes de que Claire regresara. Además está casi seguro de que quien lo quiere asesinar es uno de los hombres que trajo consigo al barco, por eso Fergus y el chino hacen guardia en la puerta de su camarote.

Pasan los días y Jamie no mejora a pesar de los remedios de Claire y del cocinero del barco. Está muy débil y los vómitos constantes le impiden mantener comida en el estómago. Jamie se niega a aceptar un remedio chino que le ofrece el señor Willoughby pero cuando escucha a Claire decir que podría tener que cortarle los testículos por tanto vomitar acepta rápidamente lo que propone el chino.  

Afortunadamente el tratamiento de acupuntura funciona y Jamie vuelve a ser él mismo. Para el sobrecargo no hay mucho que hacer durante la travesía por lo que él y Claire tienen tiempo para estar juntos. En sus conversaciones hablan sobre Brianna. Jamie tiene dudas de si Claire vino demasiado pronto al dejarla sola y sin marido con solo 18 años. Él no entiende muy bien el hecho de que en la época de Claire las mujeres no necesiten un hombre para defenderlas pero al final se alegra de que Brianna sea libre de tener un matrimonio por amor.

Solo hay un problema en estos días de tranquilidad: como no puede compartir un mismo camarote con ella tiene problemas para expresar plenamente la pasión que siente por Claire. Muere de ansias por hacer el amor con ella pero se tienen que conformar con besos y caricias furtivas a escondidas en los paseos por el barco.

En uno de esos paseos Jamie y Claire se quedan observando la improvisada pesca de un tiburón que iniciaron algunos de los marineros. En ese momento Jamie se tira al mar para salvar al señor Willoughby que se había tirado cerca del tiburón para atrapar un pelícano. Al ver que todos estaban absortos con el tiburón sobre la cubierta, Jamie y Claire se escapan al camarote y hacen el amor con pasión.

Pasado un mes de viaje, a principios de febrero de 1767, se encuentran con el Marsopa de la armada inglesa. Jamie cree que su capitán reclamará el servicio de los ingleses del Artemis pero se sorprende de que en realidad lo que quiere son los servicios del médico de a bordo. A regañadientes, Jamie acepta que Claire suba al barco con su joven capitán, Thomas Leonard, para ayudar con la epidemia de fiebre tifoidea.

Poco después el capitán Leonard le informa que Claire tendrá que quedarse en el Marsopa para combatir la enfermedad. A Jamie no le gusta la idea, pero el capitán del Artemis, Raines, acepta esto ante la amenaza del capitán Leonard de llevarse a los hombres ingleses al Marsopa. Jamie no soporta la idea de que Claire viaje en el Marsopa hasta Jamaica donde más tarde él la podría buscar.

Pasadas unas semanas, aprovechando la cercanía del Marsopa, Jamie abandona el Artemis y logra infiltrarse en el barco inglés para rescatar a Claire. Cuando lo atrapan el capitán Leonard le dice que Claire se había tirado del barco y había muerto. Lo encierran y entre sueños escucha que alguien le dice que Claire no ha muerto pero que escapó. Lo tiran al mar y la corriente lo arrastra hasta Cabo Haitiano en La Española. Allí descubre que el Bruja estuvo allí hace una semana.

Se hace pasar por el capitán Alessandro y logra obtener información sobre un barco encallado en la playa. Sospecha que puede ser el Artemis que había sido arrastrado por la tormenta. Al llegar, Fergus lo reconoce pero le pide a los hombres que no lo delaten. Así los soldados ayudarían a botar el barco que ya había sido reparado. Va a orinar y entre la vegetación se encuentra con Claire. La regaña por haberse puesto en peligro de muerte y luego le da un apasionado beso pidiéndole que permanezca escondida con Marsali.

Una vez botado el barco, Jamie dirige a los marineros para apresar a los soldados. Jamie toma el lugar del capitán Raines, que había muerto durante el casi naufragio del Artemis. Está sucio, barbudo, piojoso y apesta a burdel por lo que pide agua para asearse. Desea mucho a Claire y mientras se asea comparte con ella sus ideas de lo que harían si pudieran tener una noche en la playa para ellos dos a solas. En ese momento, les interrumpe Marsali que, aprovechando la cercanía de un sacerdote que Claire había conocido, le exige que ella y Fergus se casen antes de partir. Jamie acepta que se realice la ceremonia. El sacerdote no le parece del todo serio pero ya era tarde para arrepentirse. Cuando preguntan por el apellido del novio, Jamie alza su voz para decir que su nombre es Fergus Fraser, dándole así su apellido y reconociendolo como su hijo adoptivo.

Unos días después, van a Barbados donde Jamie consulta a los masones locales y averigua que el Bruja estuvo allí hacía unos días y que había partido rumbo a Jamaica. Al salir de consultarlos tiene que defender a Claire quien se ha metido en problemas con un vendedor de esclavos que había allí cerca. Para calmar la furia del vendedor Jamie compra para Claire el esclavo Temeraire. En esta isla, Jamie junto a Fergus acepta el encargo de llevar un cargamento de guano a Jamaica y de las ganancias saldrá la dote de Marsali.

Una vez en alta mar rumbo a Jamaica, el Artemis es atacado por piratas y Jamie le pide a Claire y a Marsali que se escondan. Cuando la defensa del Artemis está dando resultado Jamie se sorprende de que Claire aparece de la nada en cubierta delante de él. Está ensangrentada y se desmaya enfrente suyo. Rápidamente la lleva al camarote y tras examinarla ve que tiene una importante herida en un brazo. Jamie intenta cuidarla y curar su herida lo mejor que puede. Sabe que se debe desinfectar la herida y coserla pero sus manos tiemblan ante esta tarea. Finalmente, acepta que sea el señor Willoughby quien cosa la herida de Claire.  

Mientras Claire descansa él duerme en el suelo junto a su litera siempre atento por si ella necesita algo. Esa noche tiene una pesadilla sobre lo que vivió durante la batalla de Culloden y le cuenta a Claire lo poco que recuerda de la misma. Entre estos recuerdos le cuenta las últimas palabras de su padrino Murtagh antes de morir.

Jamie interroga al esclavo que saltó del Bruja cuando escapaban los piratas tras el ataque. Gracias a sus dones políglotas, Jamie logra comunicarse con el esclavo de nombre Ishmael quien le cuenta su historia. Comentando con Claire sobre el interrogatorio, le parece correcta las conclusiones de ella sobre la relación entre su esclavo Temeraire, Ishmael, los piratas del Bruja, las monedas del tesoro de las focas y la señora Abernathy, dueña de la finca Rose Hall, en Jamaica. Así que deciden investigar esa finca cuando lleguen a allá.

Claire le pide que le ponga una inyección de penicilina para combatir la fiebre que tiene a causa de la herida. Jamie se queda paralizado con la jeringuilla en la mano todo pálido mirando el trasero de Claire. Le resulta muy difícil hacerle daño a Claire por más que sepa que es para hacer que sane. Cómo puede ella pincha su piel con la jeringuilla y entonces es él quien empuja el émbolo para inyectarle la penicilina. Se queda con Claire un rato, hablan de que desea hacer con su futuro. Jamie tiene claro que no puede regresar a Escocia ni tampoco vivir en ninguna isla británica. Jamie piensa que las colonias americanas eran un sitio salvaje e inhóspito y aunque Claire le dice que sería un buen sitio para establecerse él no lo piensa así.

Esa noche Jamie le lleva a Claire una sopa de tortuga que ha preparado Murphy, el cocinero. Mientras le daba la sopa, Jamie no podía evitar desearla y excitarse al verla en camisón. La conversación los lleva a hablar de la firmeza con que él la desea y nota como ella cada vez está más interesada en lo mismo. Jamie insiste en que alguien podría venir y que no es el momento porque ella está enferma, aún tiene mucha fiebre, y está borracha por el jerez que había en la sopa.  Claire se pone de pie como puede y se le acerca. Como ella ardía en fiebre, su contacto le parecía el de una diablesa y eso le excita aún más. Así que Jamie se rinde y terminan haciendo el amor en el suelo enredados como serpientes.

Para final de marzo de 1767, llegan a las costa de Jamaica, Jamie cumple su trato con Ishmael por haberle contado sobre dónde podía estar Ian y lo deja libre en la costa y como pago le entrega al esclavo de Claire. Al acercarse al puerto ven al Marsopa atracado. Jamie siente que le están persiguiendo aunque Claire le aclara que estaban allí porque traían al nuevo gobernador, Lord John Grey. Jamie se alegra de escuchar el nombre de su amigo y estaba seguro de que podría ayudarle a encontrar al joven Ian.

Jamie y compañía se instalan en la residencia de Jared en Jamaica. Entregan los cargamentos que llevaban a bordo y luego se dedican a los preparativos para asistir al baile del gobernador. Jamie se encarga de que todos vayan elegantemente vestidos. Él se hará pasar por el francés Etienne Marcel de Provac Alexandre. Va vestido a la francesa con tacones, polvos en la cara y una peluca para esconder su cabello rojo.

En el baile del gobernador aprovechan para averiguar más sobre la misteriosa señora Abernathy. Claire presenta a Jamie ante el gobernador como su esposo. Jamie lo saluda suavemente y en susurro le dice de su nombre falso y que pronto encontrarán un momento para hablar. Más tarde Jamie aprovecha un momento de distracción para hablar en confianza con Lord John. Éste le cuenta sobre cómo está Willie y le enseña una pequeña pintura del niño. Jamie se emociona al verla y en agradecimiento le da un caluroso abrazo.

El encuentro se ve interrumpido por el asesinato de Mina Alcott. Como el señor Willoughby es el principal sospechoso interrogan a Jamie, pues era su acompañante al baile. Jamie se ve obligado a seguir mintiendo sobre su identidad y de cómo llegaron a Jamaica en paquebote. El interrogatorio duró hasta casi el amanecer; entonces pudo reunirse con Claire. Jamie sabía bien que en 6 días descubrirían su mentira y tenían que apresurarse a encontrar a su sobrino.

Al volver a la casa de Jared, Jamie está decidido a contarle la verdad sobre su hijo a Claire. Tenía miedo de confesarlo y que ella pensara que él había estado engendrando bastardos por todas partes. Al llegar a su habitación, Jamie no sabe bien cómo empezar y le habla de lo solo que se había sentido en su ausencia y le confiesa que se había casado con Laoghaire con la esperanza de olvidar que estaba solo. Entonces, le dice que tiene un hijo y le cuenta la historia de cómo llegó a ser su padre y de cómo es su pequeño Willie.  Ella reacciona mejor de lo que él esperaba y entiende que sobre todo lo ocurrido él solo la ama a ella. Finalmente, Jamie se arrodilla jurándole lealtad con los mismos votos de sangre que los unieron en matrimonio en 1743. Luego hacen el amor.

Al día siguiente Jamie y Claire se presentan en la plantación de Rose Hall para investigar la relación entre la señora Abernathy y la desaparición del joven Ian. Ambos se llevan una gran sorpresa al descubrir la verdadera identidad de la mujer con quien conversan un rato. Jamie tiene la sensación de que Geillis les ha mentido sobre no tener blancos en su finca por lo que se ofrece a intentar reparar la prensa de azúcar que estaba estropeada, con la esperanza de poder aprovechar y echar un ojo por la finca. Se marcha dejando su chaqueta colgada en el salón y dejando a Claire con Geillis.

Jamie se dirige a mirar el desperfecto de la prensa e intenta sonsacar al capataz y a los esclavos sobre el paradero de su sobrino pero sin éxito alguno. Con el pretexto de buscar con qué arreglar la prensa inspecciona un poco el lugar y se da cuenta de una trampilla donde éste podría estar encerrado.

Luego de arreglar la prensa de manera provisional, regresa al salón pero ellas ya no están y aprovecha para observar la caja del tesoro de las focas que tenía Geillis. Cuando ellas bajan le dice a Geilis que ha logrado arreglar la prensa pero solo de manera provisional. Mientras se despide nota que en su chaqueta faltan las fotos de Brianna. Rápidamente mira a Claire quien le hace entender que las tiene ella en su falda. Antes de marcharse la pregunta a Geillis si en París ella conoció al Duque de Sandringham. Su contestación afirmativa hace encajar una de las piezas del misterio del tesoro de las focas.

En el camino los sorprende una tormenta y Jamie construye un pequeño refugio. Allí dentro Claire le devuelve las fotos de Brianna y al verlas nuevamente se percata de que falta una de las mismas. Al salir del refugio ven que hacia Rose Hall se dirige el Reverendo Campbell y concluyen que es la visita que esperaba Geillis esa tarde.

Jamie tiene planificado volver a Rose Hall a rescatar a su sobrino aprovechando la luna nueva. Esos dos días que faltaban le servirán para conseguir armas para sus hombres con la ayuda de Lord John. La noche indicada remontan río arriba en un pequeño velero en el que deja a Claire esperando mientras él, el doctor Stern y los contrabandistas iban en búsqueda del joven Ian pero no lo encuentran. Al regresar Claire no está en el bote y Jamie regresa a buscarla.

Finalmente la encuentra en medio de un ritual de esclavos cimarrones entre los cuales se encuentra el esclavo Ishmael. Se mantiene escondido entre el cañaveral buscando el momento indicado para rescatarla. Ve a Margaret Campbell en medio del ritual como si fuera la figura principal y a Claire sentada junto a ella. Cuando sale del cañaveral, Claire lo ve y Jamie le indica que se quede quieta para que no lo descubran. De repente ve como la cara de Margaret se transforma y se gira a hablarle a Claire con un tono voz suave que no era el suyo. Jamie se puso pálido de la impresión cuando Claire reconoció esa voz como la de su hija Brianna y Margaret le dijo mamá.

Tal fue la impresión que se persignó y luego se quedó paralizado al ver que la mujer le miraba y a través de ella su hija lo reconoce, le habla pidiendo que cuide de su madre y diciéndole que los quiere mucho. Sus latidos eran fuertes y temblaba. Solo el contacto de Claire que se aferró a su cuerpo pudo hacerle reaccionar. Entonces la abrazó fuerte e intento calmarla intentando él también  dominar sus sentimientos.

La conexión de Margaret con Brianna se había perdido e Ishmael se les acerca. Jamie cree que deberá defenderse de él pero este les ofrece protección ante la inminente revolución de los cimarrones. Jamie le pregunta por Geillis y tras mucho insistir logró que Ishmael les diga que había partido para Abandawe y que Ian iba con ella. Antes de partir Jamie se acercó a Margaret, quien lo reconoció y le preguntó por Ewan Cameron que había sido su novio. Jamie no tuvo el valor de decirle la verdad y le dijo que estaba bien y le dió un beso en su nombre.

Regresan al velero y su próximo destino es el palacio del gobernador donde Jamie pide ayuda a Lord John. No puede arriesgar el barco de su primo Jared y le pide a este un barco para ir a Abandawe. Jamie le propone a Lord John robar el barco que les ofrece para que no lo asocien con él.

Mientras ultiman los detalles de la expedición, Jamie tiene que convencer a Fergus para que no insista en ir con ellos. No quiere llevarlo por no arriesgarse a dejar viuda a Marsali.

Llegada la noche roban la pinaza del gobernador y zarpan hacia La Española. Al llegar, Jamie ordena a Duncan Innes que permanezca en el barco con los demás contrabandistas. En cuatro días volverá a reunirse y le pide que si se acerca algún barco se vayan sin ellos. Jamie parte hacia Abandawe con Claire y el Doctor Stern quien conoce cómo llegar al lugar.

Al día siguiente logran llegar al lugar. Jamie se asusta al ver que en el mismo había un círculo de piedras y al ver la cara de Claire le pide que por favor no se acerque al mismo. Rápidamente le pregunta si escucha el zumbido pero ella no lo sabe del todo. Toma a Claire de la mano mientras ella se acerca a las piedras. Geillis no está allí pero ella toca la piedra y se desmaya.

Con la ayuda de Stern y con un poco de agua intentan que vuelva en sí. Jamie la llama por su nombre y ella despierta. Cuando Claire le dice que ha percibido a Geillis, Jamie se pone en alerta, pero ella le aclara que Geillis está bajo tierra. Así que recorren los oscuros pasadizos de las cuevas del lugar. Claire está muy nerviosa y Jamie la abraza fuertemente para calmarla y protegerla. Jamie está muy preocupado tambien y toma la determinación de ser él quien se enfrente a Geillis y exponerse a morir. De esta manera, si le pasa algo a él, Claire podría viajar al futuro para proteger a Brianna. Esta posibilidad de volver a despedirse de Claire nuevamente le lleva a pedirle entre lágrimas que lo bese.

Jamie se aterroriza cuando encuentran a Geillis pues tiene al joven Ian atado en el centro de un pentagrama listo para ser sacrificado. Quiso enfrentarla con el puñal en la mano pero ella les apuntaba con una pistola. Luego, cuando escucha que Geillis pretende quedarse con Brianna, Jamie se lanza contra ella quien le dispara a quemarropa. En ese mismo instante cae al suelo con la cara llena de sangre. Jamie tuvo mucha suerte pues la bala perforó la piel pero no su duro cráneo.

Cuando vuelve en sí, Jamie ve que Claire se ha hecho cargo de Geillis que yace muerta en el suelo. Entonces se arrastra para desatar a su sobrino. Sigue sangrando y Claire le ofrece un pañuelo para su herida pero su instinto le indica que deben salir de allí lo antes posible. Sin que nadie se entere Jamie recoge las piedras preciosas que Geillis había puesto en el pentágono. Luego siguiendo el ruido del viento Jamie guía a Claire y al joven Ian hasta la salida de la cueva.

Al salir Jamie se siente muy contento de poder presentar a su sobrino con el doctor Stern. Encuentran un buen lugar para pasar la noche y Claire le extrae la bala y le cura la herida. Ella está muy nerviosa por todo lo ocurrido y él la abraza asegurandole que todo está bien. Luego escuchan al joven Ian relatar todo lo que vivió en el tiempo que estuvieron separados. Mientras duerme abraza su chaqueta para tener cerca las fotos de Brianna y el retrato de Willie.

Al día siguiente, al llegar a la playa ven que el Bruja liderado por esclavos había encallado. Jamie hizo correr a todos en dirección a la pinaza del gobernador que se acercaba a la orilla. Jamie ordena poner rumbo a Eleuthera mientras el Marsopa lanzaba cañonazos al Bruja. Al amanecer Jamie descubre que no están a salvo pues el Marsopa les está persiguiendo y acortando distancias rápidamente.  

Una gran tormenta los salva del Marsopa pero pone en peligro a la pinaza. Jamie en todo momento toma la mano de Claire y se amarraron al barco para no perderse en el mar de olas, viento y rayos. Pasada la tormenta no saben donde se encuentran y ponen rumbo al oeste sin saber a donde llegarán.

Cinco días después Jamie está con Claire en la cubierta y ven tierra. Instantes después Jamie se tira apresurado al mar para rescatar a Claire que había sido arrastrada al mar cuando se rompió el palo superior. Logró ponerla a flote y cortar la cuerdas que tenía enredadas en la pierna. Desesperado ve como Claire pierde el conocimiento. Le arranca la ropa para lograr mantenerla a flote por horas hasta que ambos son arrastrados por las olas hasta la playa. También perdió su chaqueta y con ella los recuerdos de sus hijos.

Allí son rescatados por una familia que les brinda techo y ayuda. Él está bastante bien pero Claire no acaba de despertar. Se alegra inmensamente cuando ella despierta y le relata todo lo ocurrido. También le muestra las piedras preciosas que conservó en su bolsillo. Luego descubre que habían llegado a la colonia de Georgia y decide presentarse usando su verdadero nombre pues piensa que allí podrían vivir en libertad. No todo estaba perdido, estaban juntos y podrían empezar una nueva vida en un nuevo mundo.

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