Luego de enfrentarse a los ingleses, el grupo del Clan MacKenzie se refugia en una cabaña pues Jamie está herido. Más tarde, Murtagh trae a una inglesa vestida con poca ropa, quien se presenta como Claire Beauchamp y cuenta que estaba de viaje cuando fue atacada y casi violada por el capitán inglés Jonathan Randall. Ella le recoloca el hombro dislocado y le venda la herida de bala, antes de partir compartiendo ambos un caballo.
En un nuevo enfrentamiento con los casacas rojas, Jamie termina herido por una bayoneta, pero no dice nada, hasta que se desmaya por la pérdida de sangre. Claire lo atiende provisionalmente y logran llegar al castillo Leoch. Allí Claire le limpia las heridas y lo venda, compartiendo un momento de intimidad cuando ella rompe en llanto al recordar a su esposo. Jamie le dice que no debe temer mientras esté con él y le cuenta cómo terminó con la espalda marcada por los azotes de los ingleses.
Jamie es nombrado ayudante del caballerizo mayor, el Viejo Alec y, durante la audiencia del Laird, decide voluntariamente tomar un castigo en lugar de Laoghaire MacKenzie, terminando con algunos golpes y heridas menores. Mientras Claire lo cura, le explica que lo hizo para evitarle pasar vergüenza a la joven de 16 años, aunque unos días después ella lo sorprende besando a la muchacha.
Mientras Jamie trabaja en los establos, recibe varias veces la visita de Claire, quien le lleva comida y se interesa por su salud, a la vez que él le cuenta algunos pasajes de su vida, incluyendo que es buscado por asesinato y que su cabeza tiene precio.
El día de la Reunión del Clan MacKenzie, Jamie se esconde en las cuadras para evitar una situación difícil. Si jura lealtad al clan de su madre, sus tíos Colum y Dougal lo verán como una amenaza para la sucesión, pero si no lo hace, los demás hombres pueden sentirse ofendidos y terminar con su vida. En un intento por escapar de Leoch, Claire tropieza con él y Jamie se ve obligado a acompañarla de regreso al castillo, donde los guardias lo descubren y lo fuerzan a participar en la ceremonia. Jamie sale bien librado al prometer, en vez de fidelidad, su ayuda, buena voluntad y obediencia mientras se encuentre en las tierras del clan MacKenzie, lo que Colum acepta encantado.
Jamie y Claire parten con Dougal en un viaje por las tierras MacKenzie para cobrar los tributos a los arrendatarios que no asistieron a la Reunión. También los acompañan el abogado Ned Gowan y algunos hombres. Pero su tío aprovecha para hablar en favor de la causa jacobita y recolectar dinero para el ejército de los Estuardo, utilizando la espalda marcada de Jamie para sensibilizar a la audiencia contra los ingleses, sin importarle hacerlo sentir mal. El joven aguanta, hasta que en uno de los pueblos se siente insultado y gana una pelea contra tres hombres.
Durante el viaje se encuentran con una patrulla inglesa y Claire se ve comprometida, siendo necesario convertirla en ciudadana escocesa y no tener que entregarla al capitán Jonathan Randall; para ello, Jamie acepta casarse con ella confesándole poco después que él es virgen. Jaime pone tres condiciones a su tío Dougal para casarse con Claire: que se realice una ceremonia religiosa con un sacerdote, que le consigan a Claire un vestido adecuado y que les dejen pasar algunos días de luna de miel en la posada.
El día de la boda, la apariencia de Jamie deja a Claire boquiabierta y antes de la ceremonia él le regala el collar de perlas escocesas que perteneció a su madre. Después de la ceremonia religiosa, se lleva a cabo el ritual escocés que incluye un juramento de sangre ancestral que Claire repite sin saber qué significa. De regreso a la posada, celebran con un banquete y los novios son conminados a consumar el matrimonio. Claire pregunta por la traducción del juramento en gaélico y Jamie se lo cuenta. Ella le cuestiona las razones que tuvo para aceptar casarse con ella. Pasan horas conversando en su alcoba los dos solos, tratando de tomar confianza e intimidad, hablando de sus familias y contándose pasajes de sus vidas. También hacen un pacto de honestidad: en su matrimonio puede haber secretos, pero no mentiras. Finalmente, consuman el matrimonio y hacen el amor dos veces más.
Jamie y Claire pasan los siguientes días en excursiones conociéndose mejor antes de que Dougal regrese y decida emprender el regreso a Leoch. En el camino, Jamie debe encontrarse con Horrocks, un desertor del ejército inglés que puede decirle quién es el verdadero culpable del asesinato que le atribuyen. Para ir al encuentro, deja a Claire en un bosque en contra de su voluntad, pensando que estaría más segura, pero al regresar se entera que los ingleses se la han llevado.
A pesar del peligro, Jamie decide rescatar a Claire del Fuerte William y llega precisamente cuando Black Jack Randall está a punto de abusar de ella. Ambos hombres se enfrentan y Jamie lo noquea de un puñetazo, aprovechando para escapar con su esposa, mientras los demás escoceses crean una distracción.
Nuevamente de camino a Leoch, Jamie y Claire tienen una gran discusión en la que se recriminan y se insultan. Los demás hombres están molestos con ella por no haber obedecido y no le dirigen la palabra. Jamie se ve obligado a impartir disciplina al estilo de los maridos del XVIII y pega unos correazos en el trasero a Claire, aunque ella se defiende y ambos terminan magullados. Al día siguiente, los escoceses del grupo la han perdonado, pero ella sigue molesta con su esposo.
Jamie aprovecha un momento que se quedan rezagados para contarle historias de cómo lo disciplinaban a él y Claire termina perdonándole y entendiendo su posición, aunque le asegura que la próxima vez que le levante la mano, le arrancará el corazón. Él jura que jamás volverá a hacerlo.
Regresan rápidamente a Leoch porque van a recibir la visita del duque de Sandringham, un importante noble inglés que puede conseguir el perdón para Jamie. Ambos hombres forman parte de una partida de caza que se realiza lejos del castillo, pero Jamie debe regresar de improviso cuando el Viejo Alec le avisa que su esposa Claire ha sido detenida y acusada de brujería.
Jamie llega a Cranesmuir justo a tiempo para salvar a Claire de la hoguera y la rescata, aprovechando una distracción en el juicio público.
Una vez a salvo, Jamie le pide a Claire que sea sincero con él y le diga si realmente es una bruja, sin embargo, se queda asombrado cuando su esposa le cuenta su verdadera historia: es una viajera del tiempo que viene del futuro y terminó en esa época por accidente, al pasar por un círculo de piedras.
Jamie lleva a Claire a Craigh na Dun y comprueba que Claire dice la verdad, pues al acercarse a una de las piedras, ella empieza a desaparecer con una expresión de terror en el rostro. Él la abraza, la detiene y la aleja de la roca, pero luego le pide perdón y le dice que ella debe regresar a su tiempo, con su primer esposo Frank, pues en esta época no tiene nada excepto violencia y peligro.
Con todo el dolor reflejado en su rostro, Jamie se despide de Claire y le dice que se quedará en una cabaña cercana para asegurarse de que ella está bien. Pero antes de irse, Claire le cuenta los terribles sucesos que acontecerán en los próximos dos años en Escocia, con el alzamiento jacobita, pidiéndole que no se involucre.
Jamie se queda dormido en la cabaña cuando es despertado por ella, quien lo abraza: ha decidido quedarse en este tiempo porque ya no puede vivir sin él.
Al día siguiente, ambos parten hacia Lallybroch, la finca de Jamie. Cuando llegan, Jamie tiene una terrible pelea con su hermana porque, gracias a Dougal, cree que Jenny tuvo un hijo de Jonathan Randall y espera otro de un soldado inglés. Finalmente se descubre que todo era mentira, pues Jenny está casada con Ian Murray, el mejor amigo de Jamie.
Jamie y Claire pasan una temporada feliz en Lallybroch y él le confiesa que el principal motivo que tuvo para casarse con ella fue que la deseaba, más de lo que jamás había deseado nada en su vida, así que había sido un matrimonio por amor, por lo menos de su parte.
Tras librarse por muy poco de ser capturado por una patrulla inglesa mientras arreglaba la rueda del molino, Jamie preside el día de pago en la finca, recibiendo a todos sus arrendatarios. Sin embargo, tiene un altercado con Ronald MacNab por maltratar a su hijo Rabbie y lo convence a golpes para que deje al niño en Lallybroch.
Unos días más tarde, Jamie es capturado en el campo por la Guardia, pero logra escapar arrojándose a un río. Sin embargo, luego de viajar escondiéndose, se choca con una patrulla inglesa, que lo lleva a la prisión de Wentworth.
Allí, Jamie es juzgado y condenado a morir en la horca, pero antes es masacrado por Black Jack Randall, que le destroza con un mazo la mano derecha. Luego de un intento de Claire por liberarlo que termina mal, Jaime hace un pacto con Randall: si deja libre a su esposa, él se someterá a sus bajos deseos sin luchar. Así, Jamie se convierte en víctima de sistemáticas violaciones sexuales y torturas físicas diversas, hasta que logran rescatarlo cuando está al borde de la muerte.
Jamie es llevado a la casa de Sir Marcus MacRannoch, donde Claire le cura las heridas y le entablilla los huesos rotos de la mano. Junto con Murtagh, logran escapar de las partidas de búsqueda inglesas y tomar un barco que los lleva a Francia, a la Abadía Sainte Anne de Beaupré, donde podrá recuperarse sin peligro.
Sin embargo, los abusos sufridos a manos de Randall han dejado a Jamie con el cuerpo y el alma destrozados, por lo que llega incluso a pedirle a Claire que regrese a su tiempo porque él ya no puede ser su esposo y queda al borde de la muerte porque no tiene fuerzas ni ánimos para seguir viviendo.
Finalmente, gracias a las artes curativas de Claire, Jamie empieza a recuperarse y recobrar las ganas de vivir, más aún cuando su esposa le confiesa que dentro de unos meses van a ser padres, noticia que les sorprende a los dos, ya que pensaban que ella era estéril.