Graham Menzies | |
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Información | |
Nombre completo | Graham Menzies |
Nacimiento | Escocia |
Edad | 70 años (Viajera) |
Muerte | Boston, EEUU |
Ocupación | Pescador empresario |
Graham Menzies es un paciente de cáncer al que Claire ayudó a suicidarse.
Apariencia física[]
Sus ojos eran pálidos y grises. Tenía los enormes e hinchados nudillos de un pescador. Unas gruesas venas verdes le cruzaban la muñeca.
Carácter[]
Era firme y divertido al mismo tiempo. Siempre estaba dispuesto a reírse de cualquier cosa que fuera demasiado dolorosa como para sufrirla en silencio. Siempre había sido muy ahorrador como buen escocés.
Biografía[]
En 1967 Graham Menzies era un pescador escocés de casi 70 años que había emigrado a Estados Unidos. A pesar de llevar casi cuatro décadas viviendo en Boston no había perdido su acento. Era propietario de varios barcos dedicados a la pesca de langosta y ahora eran otros quienes pescaban por él. Tiene una hija y dos nietos. Su madre sigue viva y le paga un bonito y caro asilo en Canterbury. Es paciente de cáncer, enfermedad por la cual Claire lo opera para amputarle la pierna izquierda. La amputación salió bien y Graham se recuperó. Seis meses más tarde se confirmó que tenía metástasis en los nódulos linfáticos de la ingle. Claire lo volvió a operar para quitar los nódulos cancerígenos y le aplicaron radioterapia.
A principios de 1968 le extirparon el bazo por la misma razón aunque su condición ya no tenía mucho remedio. Estaba ingresado en el hospital y aunque era obvio que necesitaba más medicación para el dolor este nunca pedía que le subieran la dosis. En cada visita de la doctora Claire aprovechaba para hablar con ella. En una de esas conversaciones hablaron sobre Escocia. Como él ya había aceptado que no volvería a su tierra natal, le pidió a la doctora que volviera algún día a Escocia y que visitara Aberdeen por él.
Un día le confiesa a Claire que está pensando suicidarse. Luego le pregunta cuánto tiempo le queda de vida. Ella le dice que unos 3 meses y él concluye que el dinero que se gastaría estando ese tiempo en el hospital sería un muy mal negocio. Entonces le explicó su plan a Claire pidiéndole que le inyectara una dosis elevada de medicamento que fuera suficiente para matarlo. Luego ella se marcharía y él moriría en paz. Así lo acordaron. Durante 24 horas el señor Graham tuvo que soportar más dolor de lo normal dado que Claire le inyectó la mitad de la dosis requerida de morfina para luego inyectarle la morfina restante y causar una sobredosis sin que una autopsia pudiera comprobar este hecho.
Llegó el momento de inyectarle la sobredosis. El señor Graham vio como Claire insertó la aguja de la jeringuilla en su mano izquierda. Como ella se quedó inmóvil mirando el émbolo incapaz de presionarlo, el señor Graham levantó la otra mano hasta posarla sobre la de ella y con la poca fuerza que le quedaba pudo terminar de presionar el émbolo. Luego de la inyección sintió como la doctora Claire le tomó la mano y se quedó con él hasta que murió y se liberó de sus males.