Los sentimientos jacobitas dieron lugar, a través de los años, a varios Alzamientos contra el poder gobernante con la intención de restituir, en el trono de Escocia e Inglaterra, a un Estuardo.
Claire llega al pasado cuando se está gestando otro Alzamiento. Dougal MacKenzie es el encargado de cobrar las rentas. Claire forma parte del grupo que lo acompaña. Luego de observarlo en distintos pueblos, deduce que el dinero extra que recauda es con el objetivo de reunir fondos para apoyar al príncipe Carlos Estuardo, pretendiente al trono. Es decir, para financiar el próximo Alzamiento.
El mismo objetivo que tiene Geillis Duncan, cuando se casa con Arthur Duncan, reunir dinero. Cuestión que le confiesa a Claire al compartir el Foso de los ladrones.
Cuando Jamie lleva a Claire a Craigh na Dun para que logre regresar a su época, Claire le advierte sobre lo que ocurrirá con el próximo alzamiento jacobita. Le cuenta que el ejército del príncipe Carlos será derrotado en la batalla de Culloden y ello significara el final de los clanes.
Claire y Jamie se instalan en París, en casa de Jared Fraser con el objetivo de impedir el próximo Alzamiento. Para esto utilizarán las conexiones con la nobleza francesa que les brinda el negocio y la reputación de su primo .
Es así como Jamie es invitado al lever del rey y también acepta la invitación a Versalles. Ofrecen cenas a distinguidos clientes y Claire se hace amiga de Louise de La Tour, una dama muy influyente dentro de la nobleza francesa.
Jamie empieza a acompañar a Carlos Estuardo en sus salidas nocturnas y se hace persona de confianza del príncipe; a su vez, juega asiduamente al ajedrez con Monsieur Duverney, el ministro de finanzas del rey Luis XV.
Hacen todo lo que está a su alcance para reunir la información necesaria para boicotear cualquier apoyo a la causa jacobita, por eso Jamie decide emplear a Fergus, un pequeño carterista, para que robe la correspondencia pertinente para este fin.
Al enterarse Jamie y Claire de la inversión del príncipe Carlos en un cargamento de oporto, junto al Conde de Saint Germain, planifican sabotearlo haciéndole creer al capitán del barco que hay enfermos de viruela a bordo.
El destino les juega en contra y el matrimonio Fraser deba abandonar Francia.
De regreso en Escocia, Claire y Jamie disfrutan de la vida en Lallybroch hasta que llega una carta de Jared felicitando a Jamie por su apoyo al príncipe Carlos, quien falsificó la firma de Jamie en un edicto apoyando su causa.
Entonces no hay salida, Jamie y sus hombres deben marchar a la guerra.
El príncipe Carlos Estuardo desembarca en Escocia y convoca a los clanes; el Alzamiento ha comenzado.
Luego de la victoria jacobita en Prestonpans y ya en Edimburgo, si bien Jamie y Claire siguen formando parte de la corte del príncipe, nunca dejan de pensar cómo evitar los próximos enfrentamientos. Así es como en ocasión del encuentro con Colum le recomiendan que él y sus hombres se mantengan a salvo, no apoyando la causa de Carlos.
Jamie también dispone que sus hombres regresen a Lallybroch durante su ausencia, plan que fracasa al ser descubiertos y terminan en prisión.
Es decir, que hasta el día anterior a Culloden, Claire y Jamie continúan pensando cómo detener todo, al punto de que Claire se ofrece a envenenar a Carlos Estuardo, aunque sea descubierta y acusada, con tal de evitar esta terrible y última batalla.Historia...[]
En 1685 el acuerdo entre la monarquía y el Parlamento se rompe cuando llega al trono Jacobo II, católico y con tendencias absolutistas. El nuevo rey no encontró apoyo para restablecer la monarquía absoluta: la nobleza no era católica y la mayor parte de la sociedad no aceptaba una vuelta al pasado.
En 1688 nobles y burgueses ofrecieron la corona de Inglaterra al príncipe holandés Guillermo de Orange con dos condiciones: debía mantener el protestantismo y dejar gobernar al Parlamento.[1]
Sin embargo, había escoceses que sí eran católicos. En su mayoría eran aquellos que habitaban las Tierras Altas, los Highlanders. Y no estaban conformes con que su rey no fuese católico, así que los enfrentamientos estaban a la orden.
Los primeros movimientos contra el rey Guillermo se produjeron en dos lugares: Escocia e Irlanda con pocos años de diferencia. Desde 1688 se desarrollaron varias batallas entre las fuerzas que respondían al rey Jacobo II y el ejército guillermita. En 1690 Jacobo pierde las esperanzas y regresa a Francia.
En Escocia los alzamientos fueron promovidos en 1689 por John Graham, primer Vizconde de Dundee. Luego de la muerte del vizconde el mando jacobita pasó a las manos de Alexander Cannon, quien continuó las hostilidades en la Batalla de Dunkeld del 21 de agosto de 1689. Poco después, Sir Ewen Cameron de Lochiel, jefe del clan Cameron, asumió el control sobre el remanente del ejército. Los jacobitas fueron ampliamente derrotados en la Batalla de Cromdale, del 30 de abril y 1 de mayo de 1690, lo que significó el final de la rebelión en Escocia.
Nada sucedió en los siguientes años, y el antiguo Jacobo II de Inglaterra e Irlanda y VII de Escocia falleció en Francia el 16 de septiembre de 1701. Sus pretensiones fueron retomadas por su hijo, Jacobo Francisco Eduardo Estuardo, que recibió el sobrenombre de “El Viejo Pretendiente “. Él mismo se proclamó como Jacobo III de Inglaterra e Irlanda y VIII de Escocia, Corona que fue reconocida por Luis XIV de Francia, por España y por el papa Clemente XI, aunque esta autoridad obviamente no fue reconocida en Inglaterra. [2]
En 1708 realizó su primer intento, zarpando de Dunkerque con 6.000 hombres en casi 30 barcos de la marina francesa. Sus planes eran desembarcar en el Estuario del Forth pero la Marina Real frustró este intento. Fueron perseguidos y buena parte de los barcos franceses terminaron naufragando antes de volver a Dunkerque.
El fin de los Estuardo, como reyes de las Islas, llegó en 1714 con la muerte de Ana, hija de Jacobo VII de Escocia. La dinastía Hannover accedió a los tronos de Inglaterra, Irlanda y Escocia por medio de su primo segundo, Jorge I. Fue el detonante para que estallara una nueva rebelión por parte de los jacobitas leales a los Estuardo.
En efecto, la revuelta se inició el 6 de septiembre de 1715 y poco después ya habían conseguido tomar Perth, iniciando una sublevación a escala mayor aunque con escasos apoyos fuera de las Highlands. El mismo príncipe heredero llegó a Escocia el 22 de diciembre e instaló su corte en Scone, pero ya era tarde.
La moral jacobita estaba nuevamente en crisis, ya que no consiguieron vencer a un ejército inferior en la Batalla de Sheriffmuir. El 4 de febrero de 1716 Jacobo tuvo que huir de vuelta a Francia e instó a sus partidarios de los clanes escoceses a abandonar la lucha, lo que sucedió de inmediato.
A raíz de este alzamiento se iniciaron intentos para someter a las Tierras Altas. Se creó la Ley de Desarme, en la que se prohibía a todo highlander tener cualquier tipo de arma, y se construyeron fuertes militares para controlar a la población: Fort William, Kiliwhimin (más tarde Fort Augustus) y Fort George.
Poco duró la paz ya que el Viejo Pretendiente seguía con sus aspiraciones de retomar la Corona de las Islas para los Estuardo. Sin embargo, Francia había firmado la paz con Inglaterra en el Tratado de Utrecht de 1713, por lo que ya no apoyaba a Jacobo, quien pidió ayuda a España. Entonces el rey Felipe V se la proporcionó y se preparó el plan.
En coordinación con los jacobitas, que iniciarían revueltas en Escocia y Gales, los españoles enviarían contingentes de 300 hombres a tierras escocesas y 7.000 al Principado, tropas que partieron de Cádiz en marzo de 1719. Las fuertes tormentas en el Atlántico impidieron avanzar al ejército más grande, llegando sólo los 300 hombres a desembarcar en las Highlands. Pronto se reunieron con los clanes e iniciaron la revuelta en abril de 1719, y aunque consiguieron resistir inicialmente en el Castillo de Eilean Donan, los jacobitas fueron de nuevo derrotados en la Batalla de Glen Shiel del 10 de junio de 1719, frustrandose en esa fecha este nuevo levantamiento de forma definitiva.
El 31 de diciembre de 1720 nació en Roma el hijo de Jacobo Francisco Eduardo, llamado Carlos Eduardo Estuardo, quien con el tiempo fue conocido como El Joven Pretendiente, para distinguirlo de su padre, y también como el Apuesto Príncipe Carlos, debido a su belleza.
Desde las últimas hostilidades habían pasado ya bastantes años y era lógico pensar que la causa jacobita ya se creía olvidada. Sin embargo, el Joven Pretendiente quería recuperar la Corona para su padre. Luego de un intento fallido en 1744, debido a una de las peores tormentas del siglo (buena parte de los 10.000 hombres ya embarcados perecieron), al año siguiente llegó quizá el alzamiento que más cerca estuvo de conseguir su objetivo.
En efecto, el 5 de septiembre de 1745 el Príncipe Carlos llegó a Escocia. Convocó a los antiguos jacobitas en Glenfinnan y, a pesar de que la convocatoria no tuvo demasiado éxito, empezó a marchar hacia el sur, hacia Edimburgo, aumentando su ejército a medida que la voz se corrió por las Tierras Altas.[3]
Edimburgo cayó en sus manos y el Estuardo infringió una derrota decisiva a los gubernamentales en la Batalla de Prestonpans del 21 de septiembre de 1745. Instaló su corte en el Palacio de Holyrood e intentó convencer a sus generales, esto es los jefes de los clanes, de que una revuelta a nivel nacional era posible, con el apoyo de las tropas francesas. El 8 de noviembre entra a Inglaterra con unos 5.000 hombres, varias ciudades caen en su poder y el rey Jorge II prepara su huida hacia el sur. Pero informes indican que dos ejércitos comandados por el General Wade y el Duque de Cumberland se aproximaban, más informes falsos de que un tercer ejército se cernía sobre ellos, sumado al retraso del desembarco francés, hicieron que los generales jacobitas aconsejaran al Apuesto Príncipe Carlos la retirada con el fin de reorganizarse, y esta se produjo el 6 de diciembre.
A mediados de enero de 1746, el Príncipe volvió a enfrentarse con las tropas del Rey Jorge II, más exactamente en Falkirk, en la región de Sterlingshire. En esta ocasión Carlos Eduardo derrotó nuevamente a un ejército real mejor equipado y disciplinado que el suyo. En consecuencia, la Casa de Hannover decidió casi de inmediato la formación de un numeroso ejército que previamente debería ser entrenado para neutralizar la forma de ataque highlander.
Para estos fines el mando del ejército fue puesto en manos del segundo hijo del Rey Jorge II, el Duque de Cumberland, brillante comandante, con una valiosa experiencia militar en el continente europeo.
El Duque de Cumberland los persiguió por casi toda la isla, y finalmente ambos ejércitos se enfrentaron el 16 de abril de 1746 en la Batalla de Culloden, cerca de Inverness. [4]
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- Antecedentes historicos, Alzamientos jacobitas (1 de 4)[5]